viernes, 27 de agosto de 2010

Desde dentro de mí misma

Este poema tiene muchos años y una historia muy particular que otro día te cuento. Ahora sólo miralo/disfrutalo. Va con su nombre original: VIRGO, y su necesaria dedicatoria, ya que esta querida amiga (muy joven por entonces) fue la inspiradora del heterónimo desde el cual hube de escribirlo. Sí, ya sé, aclaro y oscurece, ¿no?

VIRGO*

A Marce Conti

Desde dentro de mí misma

te miro con los ojos cerrados,

trémula (¿desde siempre?),

aterida y ansiosa.

Dame tu mano, llévame a ver el mundo.

Quiero ver, quiero verte.


Desde dentro de mí misma

te llamo con los puños crispados,

con el grito sin voz que se grita en los sueños,

plácida y agitada.

Déjame tomarte en la palma de mi mano.

Quiero ser tu gigante, tu dueña.


Yo soñé con altares y dioses y martirios.

Yo vi el fuego terrible donde morí hace mucho.

Quiero lanzar mis pájaros mudos a tu garganta

y estrellarme en el fondo con los ojos abiertos.


® Daniel Aráoz Tapia


*Este texto formó parte, en 2007, del guión de Dicha sin Culpa, el primer espectáculo de la trilogía que Cinco Damas sobre el Piano vino a continuar en 2009.

2 comentarios:

ana belen dijo...

La estrofa final es muy conmovedora. Leyendo esto pensaba que me hubiera gustado que me convoquen / invoquen con esas palabaras...

Dany dijo...

/ provoquen ?

Coincido con vos en que lo mejor que tiene el poema es la estrofa final. Creo que esa lo salva... o mejor, lo justifica, si es que eso significa algo.