martes, 30 de abril de 2013

Quién sabe qué será de aquella estancia

MIGUEL D. ETCHEBARNE
Al paisaje lejano 

Por la ruta del cielo que se asoma
con su color más límpido y lozano,
lo recupero en tiempo y en aroma
como antes en los meses de verano.

Con emoción de monte y de paloma
lo siento tan agreste y tan cercano
como el gusto del agua que se toma
al borde del arroyo con la mano.

Quién sabe qué será de aquella estancia
en el partido de la Magdalena:
campo quebrado y mar a la distancia.

Aparejando el gozo con la pena
allí quedó el recuerdo de la infancia
perfumada de malva y yerbabuena.

viernes, 26 de abril de 2013

Macrirologio, o la inmolación del pibe

Yo, la PRO de todas

Cada día creo más en que Mauricio Macri está cumpliendo una misión vital, trascendente, semejante a la de un mártir: la de ser (y parecer) el MÁS HORRIBLE para que los socios comerciales de su papá Franco (es decir el gobierno de Cristina Fernández) parezcan MENOS HORRIBLES, aunque tengan más muertos por la represión en "sus" provincias.
No-casualmente, el último hecho de violencia de Estado perpetrado hoy, viernes 26 de abril (el bestial ataque al Borda) es consecuencia de un pacto de HORRIBLES, como bien señala Enrique Viale* a propósito de la invasión extractivista en la ciudad.

* Enrique Viale escribe hoy en facebook:
"La represión en el Borda es consecuencia directa del Pacto PRO-K en la Legislatura porteña que promovió la especulación inmobiliaria (ver ley 4473 que votaron conjuntamente los kirchneristas y macristas dentro del paquete de leyes).
El "extractivismo urbano" es así, necesita de la represión para acumular territorio, igual que en el campo o en la Cordillera".

jueves, 25 de abril de 2013

"La canción que nace nueva"


Se larga este viernes 24 de abril en el Virla, con el Topo, Verónica Condomí y Liliana Vitale. 
(el sábado 25 repiten en Concepción)

domingo, 21 de abril de 2013

No toda llave es de metal, hay otras

Objetos de bolsillo - Poemas -
MANUEL SERRANO PÉREZ
Ilustración tapa: Rubén Kempa
LLAVES


     No toda llave es de metal, hay otras
que no saben de puertas
sino de las cuestiones que empañan el alma
en trances de andar sola.
     Conocen la nostalgia y el vacío
de partir sin adioses.
     Y aparecen de pronto, en el momento exacto
- de sujetar la pena en las paredes... 
- de inventar el olvido 
al regreso de toda pesadilla... 
- de ver que tiembla un niño 
y pretendes calmar su desventura... 
- de alargarte en el río 
más allá de las cumbres que refleja... 
     Son llaves que no invaden cerraduras,
desasidas atmósferas y espejos
que juntan la moneda en sus dos caras
con lujoso relámpago.
     Ahora, en la vereda que conduce a casa,
lugar de los resúmenes de aurora
en los trajines de mi compañera
acicalando los manteles,
frazadas, los hijos, los recuerdos,
surgen las de metal y me atropellan
de música las manos
para que cualquier sombra se distraiga
al abrir la puerta.

Manuel Serrano Pérez / Objetos de bolsillo (2010)

jueves, 18 de abril de 2013

Qué ganas de verte



Esta imagen, tan hermosa como evocadora de un horror presente, está en la contratapa del último número de La Garganta Poderosa. Se la compré a unos pibes en la marcha del 24 de marzo último y, como corresponde, me la devoré. Hay mucho para leer y estar, o no, de acuerdo. Mientras tanto, seguimos buscando a ese Luciano, nacido (como señala la guitarra) en pleno Verano del 92.


domingo, 7 de abril de 2013

El santo (un soneto de Enrique Banchs)


En el vetusto porche de la iglesia pueblana, 
un santo de madera, desde hace ochenta años, 
siente caer la lluvia que rueda de los caños 
sobre las humildades de su cabeza cana. 

En la espalda del santo, donde se unen los paños
de su traje simplista con la ojiva ventana,
al ritmo de los cantos de la ingenua campana, 
han hecho tibio nido los pájaros huraños.

Y cada primavera, como abriéndose un arca, 
salen muchos gorriones del hombro del patriarca 
y se van los gorriones con la nube que pasa. 

Mientras se queda el santo, con su rostro de asceta 
y su cabeza cana. Su mano, siempre quieta 
bendice largamente los pinos de la plaza.


Enrique Banchs

sábado, 6 de abril de 2013

R. Bielsa / Señalada por el índice del sol




La recuerdo a mi madre algunas tardes
cuando cedo a la costumbre de la siesta
de chico era penado no dormirlas,
con terribles temporadas sin veredas.
La recuerdo a mi madre soberana,
sobre un inquieto trompo de polleras,
sonriente como bota que han lustrado,
victoriosa como trigo que verdea.

Se entendía con los gallos y la luna,
si quería que le dieran hora buena,
y para ella el día ya era viejo,
cunado el sol asomaba a sus tareas.

Era un garito oscuro la cocina,
y allí ganaba ella sus apuestas,
en un truco con naipes de lechuga,
o un billar culinario con ciruelas,
A los patios enormes de la infancia,
iba mi madre y allí dejaba huellas,
cada año hasta hoy las ha seguido,
el malvón para encontrar la primavera.

Ella hizo de la vida y sus suburbios,
una cuestión de amor y de pureza,
señalada por el índice del sol,
anda mi madre para que yo la vea.

Rafael Bielsa (letra) 
Carlos Pagura (música)