domingo, 16 de agosto de 2020

Facundo Astudillo Castro, hijo y nieto y compañero


Facundo Astudillo Castro, 

hijo y nieto y familiero, 

con una ilusión sandía 

va a Bahía Blanca, resuelto. 

Morocho de murga y bacha, 

va enamorado y a dedo. 

Su sonrisa se agiganta 

sobre su cuerpo pequeño. 

A la mitad del camino, 

llamó a mamá por teléfono. 

Dijo "no te imaginás 

dónde estoy", y ella fue un trueno. 

Y a la mitad del camino, 

de pie junto a un patrullero, 

Policía Bonaerense 

desapareció sus sueños. 


El año se va despacio, 

cuarentena y atropello, 

dejando una larga lista 

de torturados y muertos. 

En Pedro Luro lo aguardan 

vecinos y compañeros. 

Y una madre que repite 

que tendrán que devolvérselo. 

Facundo Astudillo Castro, 

hijo y nieto y compañero 

viaja ya sin su sandía 

por un país de silencio. 


Insurgencia, ¿estás ahí? 

Si te subleva el silencio, 

preguntales por  mi nombre 

a fiscales y gobiernos. 

Ni es insurgencia olvidar, 

ni callar es de insurrectos. 

Se acabaron las excusas 

para mirarse al espejo. 

Si hablamos en buen romance: 

no me entierres bajo tu ego,. 


A los ciento y tantos días, 

en Luciano Arruga pienso, 

mientras que la Bonaerense 

 al Cufa no lo ha devuelto. 

Y a los ciento y tantos días, 

también en Santiago pienso: 

¡Desaparición forzada! 

¡Éste es mi grito insurrecto! 


¿Dónde está Facundo Castro? 

Que me responda el gobierno. 


Daniel Aráoz Tapia, agosto 2020, Argentina, Estado policial


Ésta es una versión muy libre de un romance de Federico García Lorca y es mi aporte al encuentro artístico de "Insurgencia Cultural 2020" que homenajea a Federico en el aniversario de su asesinato. 

#FacundoAstudilloCastro  #DesapariciónForzada