sábado, 26 de mayo de 2018

Palabras para Anita

Ana Dellepiane, artista por la calle de la rebeldía

Pensaba en qué escribirte, y pensaba qué bueno hubiera sido tener una foto copada tuya, algo más “fuerte” que la imagen de una juntada o una lectura de poesía. Algo potente, único, personal, si de fotos hablamos. Y entonces se me ocurrió. 

Me acordé de las imágenes de archivo que tengo de Trescientas. Y dije: ahí estás. Ahí tenías que estar. Es más: después te volví a ver en Trescientas - Performance y Campaña Fotográfica

Fue fácil. De las dos docenas de fotos que tomé y guardé como un tesoro aquel 23 de marzo de 2017, yo había elegido para ilustrar mi nota A seis meses de Trescientas, un cuadro grupal, en suave picado, donde se ve a varias de las cuerpas con los brazos y la vista en alto, en el momento de la liberación de mordazas, lazos y otras violencias simbolizadas en rojo. Y allí estabas, claro. Si hasta la subí a mi “portada” de Facebook y ahí anda todavía. 

Pero había algo más. Aquella tarde apenas pasadas las 5 y 20 las cuerpas se movieron, como un río de sororidad, desde la esquina de la Catedral hasta la calle 25 de Mayo, donde “giraron hacia la Casa de Gobierno y ganaron calzada y vereda”. Allí tomaron la delantera la “novia de blanco” y la otra transformista de la perfo. Al lado de esta última, y mientras una fotógrafa hacía lo suyo reculando y tirando planos cortos, una mujer caminaba resuelta, con los ojos claros muy fijos en la cámara pero, sobre todo, en la Casa de Gobierno ya próxima. Eras vos. Sos vos. Te guardé en ese instante, yo rodilla en tierra, vos rebeldía hacia el cielo (ése que siempre soñaste tomar por asalto). 

Luchadora tenaz, pese a circunstancias personales y de salud, o precisamente por esas circunstancias. Así te recuerdo, así te quise sin haber sido un amigo muy cercano, pero sí un compañero de esos caminos del arte y otras urgencias. Querida Ana, Anita, poeta, madre, militante socialista, feminista, buena gente: gracias por haber sido parte de nuestras vidas y nuestras palabras. Y aquí seguimos un rato más, convencides de que otro mundo es posible.


Dany, el que no se olvida de tu Papilla en la Vaticueva

1 comentario:

carlos dijo...

Hola Dani! Muchas Gracias por recordar con una nota tan sentida a mi hermana Ana. Seguro que ella desde Donde está ahora también te lo agradece :)