jueves, 22 de junio de 2017

Aráoz y la verdad (en el nombre de Goëthe)


En el nombre de Goëthe 

ARÁOZ Y LA VERDAD, 
o fragmentos de un discurso amoroso 


La verdad es que yo nunca leí el Werther de Goëthe, salvo por citas parciales. El domingo pasado, revisando viejos libros de la biblioteca de mi padre y recuperados a través de mis sucesivas mudanzas, me reencontré con un pequeño tomo de Editorial Atlántida, impreso en 1941. He aquí que en la "hoja de cortesía", arriba a la izquierda, vengo a descubrir la letra de mi viejo, que no leía desde hace años. El apellido Aráoz, como sello de puño y letra, se me apareció así, justo en el "día del padre", esa fecha tan mercantil como ritual que siempre coincidía con las vísperas de su cumpleaños. Recuerdo que mi vieja, en mi infancia, le preparaba a mi papá un combo de regalos: el de su "día" y el de su cumple, para entregárselos con diferencia de, a lo sumo, una semana. El regalo de cumpleaños era -y lo siguió siendo cuando yo crecí- el más importante y personal.

Hoy, que es 22 de junio y que yo lo celebro íntimamente (aunque Alfredo se haya ido a descansar hace casi una década y media), el libro con el apellido escrito de puño y letra sigue en mi escritorio. No sé si mi viejo me lo regaló a mí en este último "día del padre", pero me parece que en su cumpleaños él quiere que yo lea el Werther de Goëthe de una buena vez. Así que hoy excúsenme, tengo fiesta familiar. 


Publicado en facebook
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1494031543980812&set=pb.100001219422072.-2207520000.1498242025.&type=3&theater