lunes, 1 de febrero de 2010

Tomás Eloy Martínez: "No me lloren, crezcan"


"Voy por el mundo diciendo que me inicié en La
Gaceta, hablo de Tucumán, de mi amistad con
Dessein de toda la vida... ¡Y así me pagan! - se
queja el talentoso escritor y periodista cuando la
charla vuela junto al humo del café, hacia la con-
fidencia y la nocturna complicidad. Se lo ve ex-
trañamente vigoroso, aun con su salud muy que-
brantada, pero con el brillo en los ojos que este
cronista le conoció en sus anteriores encuentros,
a lo largo de los últimos años. - ¡Ojo, que no se
me malentienda! No hablo de dinero, porque pa-
gar me pagan muy bien por las charlas y las no-
tas, pero después se cagan olímpicamente en lo
que digo y escribo.
-- No es habitual esta franqueza políticamente
incorrecta en sus palabras...
-- ¡Perdón! ¿Qué me sugiere? Yo me metí con
los mayores mitos políticos de la Argentina con-
temporánea, de modo que mal puede usted sor-
prenderse de mi franqueza. Cuando digo que La
Gaceta se caga en mis enseñanzas, hablo con
fundamento.
-- ¿Se refiere a lo mal que se escribe en ese dia-
rio... o a algo más?
-- ¿Mal? Mal es poco decir. Hablo de los títulos
insulsos, de la prosa contrahecha, de la sintaxis
exasperante y el estilo mediocre, por decir algo.
-- Como casi toda la prensa escrita, ¿no?
-- Puede ser, pero no toda la prensa escrita me
lisonjea llamándome maestro: ¡ése es el proble-
ma! ¿Para qué carajo me llaman maestro, si al
escribir parecen chicos de 17 años que se llevan
Lengua y Literatura previa?
-- ¿Diría que es un caso de analfabetismo perio-
dístico?
-- No, tampoco es la pavada, como dicen ahora.
No digo que La Gaceta sea un mal diario. Es, a-
penas, mediocre.
-- ¿Y está al tanto de los otros diarios tucumanos?
-- ¿Cuáles?
-- Bueno, hay otros... Dos o tres que en realidad
no hacen uno...
-- Uno... Así se llaman unos diarios que vi en el
Litoral y en Cuyo, si la memoria no me falla. Pero
eran malos. ¿Los de Tucumán son así?
-- Sí, peores quizás. Pero volvamos a La Gaceta.
-- Yo siempre vuelvo... Por más que mi vida se
columpie entre el New York Times y La Nación,
yo siempre vuelvo...
-- Siempre se vuelve al primer amor, ¿no?
-- Siempre. Y especialmente cuando ya estamos
cerca del final. Como el poema de Galeano don-
de el anciano grita el nombre de la primera mujer
que conoció.
-- “El hombre más viejo del mundo”...
-- Ese mismo. Y ya ve, La Gaceta es mi Isabel.
-- Pero Isabel es un recuerdo perdido del viejo y
usted en cambio ha convivido de algún modo con
el diario todo este tiempo. ¿Por qué no descubrió
antes todos estos defectos que hoy le endilga?
-- ¿Le digo la verdad? Nunca hasta ahora me ha-
bía puesto a leerla concienzudamente.
-- Asumo que es una ironía...
-- No, hablo en serio. Se imagina que desde New
Jersey o Cartagena de Indias no me iba a poner
a descular la sección Espectáculos o la columna
de opinión en Política, por ejemplo. Mi vínculo, no
lo olvide, ha pasado todo este tiempo por La Ga-
ceta Literaria, que es uno de los mejores suple-
mentos del país. Ahora, el resto del diario...
-- Bien, es sorprendente que su desencanto haya
sido tan tardío, pero creo en sus palabras. Nadie
en Cartagena debe leer mucho los medios argen-
tinos. Si no, ¿cómo explicar algunas becas de la
fundación de Gabo?
-- Eso corre por su cuenta. Lo cierto es que yo
moriré sosteniendo que el amor por la riqueza de
la lengua es tan importante como la verdad, en
periodismo. Y esto se da de bruces con lo que he
leído en La Gaceta en mi lecho de enfermo. No
solamente están pendientes del Gran Cuñado,
sino que sacan unos “informes” y “producciones”
increíbles, que a menudo son refritos de lo que
manda Clarín. Y los análisis con firma...¿usted
me cree si le digo que encontré errores semánti-
cos, sintácticos y hasta ortográficos, aparte de un
desarrollo pobre y superficial de los temas? Y es-
toy pensando en algunas encumbradas firmas...
-- ¿Un manto de piedad? Le cambio el tema y le
pregunto por su relación actual con la clase diri-
gente de la provincia.
-- ¿Qué clase dirigente?
-- Puntualmente, la primera dama, por su recor-
dado entredicho con ella.
-- No tengo ninguna relación, ya que para esas
personas soy un “ex-tucumano”. Ellos han de ser
tucumanos en funciones, ojalá las cumplan lo me-
jor posible. Pero le recuerdo, aquella nota mía en
La Nación ni siquiera fue bien leída. Eso habla de
una clase política inculta... Como ve, no son sólo
los periodistas.
-- ¿Tiene esperanzas en que eso se revierta?
-- Creo en la juventud, en los que vienen. No creo
en milagros, porque también los jóvenes cargan
con los límites de sus maestros. Pero hay un gran
fermento cultural en Tucumán, siempre lo digo."

Entrevista de Hipólito Grillo, publicada en
El Grillo Promiscuo Nº4 (junio de 2009)

6 comentarios:

talleractoral dijo...

Clarisimo!! Felicitaciones!Raúl

Dany dijo...

Hoy un Prosecretario de Redacción (!) de La Gaceta escribe en homenaje a TEM: "(...)los debates que generaban sus textos, como cuando escribió acerca de la marca y las consecuencias de la pobreza en Tucumán, un artículo que enervó (SIC) a las autoridades de la actual administración provincial". El uso de ese bendito verbo "enervar" es otra muestra de que nuestro diario es de homenaje fácil y diccionario difícil.

http://www.lagaceta.com.ar/nota/363266/Informacion_General/Una_leyenda_entre_periodistas_argentinos.html

kike dijo...

realmente me enervaron estas opiniones ya que me crispan las hipocresías.

Dany dijo...

Che, parece joda pero es desolador. ¡Saben cómo comienza otra nota donde "homenajean" a Tomás? Así:
"La sombra de los intelectuales difuntos suele trascender en la portada de un diario, en los debates literarios, en las charlas de café o en la memoria de un país. Sin embargo, expira ligeramente las virtudes humanas que los caracterizaban".
Decime si no tiene música...

DEAL dijo...

LA GACETA ES UNA M... INSIGNE, A LA ALTURA (CONSIDERANDO LA ESCALA) DE 'CLARIN' O DE 'EL PAIS' EN ESPAÑA. PERO, ESO SI, MUCHO MAS POBRE Y PEOR ESCRITA...

Emicontemporaneo dijo...

Hola Dany pase a mirar tu blog y a agradecer tu comentario en el mio, y me encontre con este hermoso articulo que me alivia cuando al leer La gaceta me parece insulsa (sobre todo "las críticas" en el suplemento de espectáculos en danza, que carecen de semántica, sintáxis y conocimiento)...si Eloy lo sabia y yo lo percibo quiere decir que sigo creciendo por un camino propio y reflexivo. Que alivio!
Saludos, muy interesante tu blog...ya tienes otra seguidora.