martes, 3 de julio de 2012

Un encuentro con Kodama (abril de 2007)*

kodama

KODAMA EN EL VIRLA

BORGES EN LA MESA        

Por Daniel Aráoz Tapia para Panorama

Cuenta Antonio Carrizo, esa gloria de la locución argentina, que una vez le propuso a Borges, en plena charla radial, que invitaran imaginariamente a alguien a compartir la mesa de su encuentro. El escritor sopesó algunos nombres con sutiles observaciones: Quevedo (“tornaría el diálogo muy culterano”), Ascasubi (“pondría un tono más campechano”), Whitman (“¿cuál de todos, el tipógrafo, el autor de sus poemas, el protagonista de sus historias...?”) y finalmente Shakespeare (“es un actor, quién sabe si se abriría al diálogo”).

Para el hoy octogenario hombre de radio, aquella entrevista es uno de sus más cálidos recuerdos (1). La fantasía de compartir una mesa con un maestro admirado sobrevoló el Centro Cultural de la UNT el jueves 19 de abril, cuando cientos de almas atestaron el refrigerado auditorio y otras tantas compartieron el por entonces caluroso ámbito del bar y salones aledaños, con pantallas y sillas de por medio. Esa noche María Kodama, dueña de todas las miradas, acudió al convite del diario La Gaceta para cumplir en Tucumán, una vez más, con lo que es la proclamada razón de su vida: cuidar y difundir la obra de Borges. “Agradezco, si existe un Dios o dioses, el don que me fue dado, que es único”- ha sostenido alguna vez en un reportaje (2).

La mujer de contextura menuda, inequívocamente oriental, vestida con elegancia y sobriedad, fue convocando y evocando durante cerca de una hora un ramillete de citas de su esposo y maestro, para proponer, como tituló al día siguiente el diario anfitrión, “claves para releer a Borges”(3). Recordó que la materia prima de un autor es la memoria, antes que la realidad., dado que “aun en las obras de pensamiento no se escribe lo que se piensa sino lo que se quisiera pensar, o lo que se prefiere pensar”. Cada texto, sostuvo recordando a Milleret (4), está vinculado a una etapa de la vida del creador. El periodista francés, a la sazón interlocutor privilegiado de Borges, había interrogado al escritor argentino sobre esa dialéctica de obra y autor: “¿predomina este último a la larga?”, a lo que el fundador de Proa respondió: “No lo creo. En el caso de Homero, sería imposible”. No fue la única observación escéptica que el autor de El Aleph esbozó sobre el asunto, ya que una y otra vez volvió sobre la soledad del autor y el olvido de su nombre, acaso más como un deseo que como una convicción. “Lo que queda es la obra”, citó Kodama esa noche. Tiempo atrás, ella misma había afirmado en diálogo con BBC Mundo que “Borges no quería ser recordado, quería simplemente desaparecer” (5).

Cordial y serena, la viuda viviente más famosa de la literatura hispanoparlante respondió las preguntas del público luego de su exposición, que tuvo la virtud de la brevedad exhaustiva, seguramente construida en su práctica cotidiana al frente de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges que la lleva por todo el mundo, amén de su presunta ascendencia samurai (ver recuadro). Con paciencia largamente entrenada, relató anécdotas, evocó humoradas y sarcasmos más o menos conocidos y refirió los autores favoritos del hombre que revolucionó las letras argentinas y latinoamericanas del siglo pasado. Allí desfilaron, por cierto, Stevenson, Fajardo, Dante, Cartledge y muchos autores de filosofia, junto a los nombres citados en la lejana mesa que Carrizo rememora.



ÉTICA Y LITERATURA (DIÁLOGO CON KODAMA)

LA OTRA, LA MISMA

DANIEL ARÁOZ TAPIA  para PANORAMA

La mañana siguiente nos encontramos con María Kodama en el bar de su hotel, una hora antes de trasladarse al aeropuerto. Nos saluda con una amable sonrisa, pidiéndonos unos minutos para despedirse de las amigas que comparten su mesa. Una de ellas, periodista, oficia de intermediaria y, tras chequear el medio que representamos, nos invita a esperarla. El celo de Kodama sobre las entrevistas es bien conocido (ver aparte). No obstante, poco después se sienta a nuestra mesa, con la misma sobria elegancia de la noche anterior. Su mirada es cautelosa, sin asomo de crispación, excepto cuando le mencionamos la expresión “guardiana editorial” con que La Gaceta la define (6). “No me parece una expresión feliz”, sostiene y muestra alguna sorpresa por el artículo que, dice, aún no leyó: “Si se refiere a guardiana de sus obras, puede ser. Lo cierto es que mantengo una muy buena relación con las editoriales”.
A la pregunta de cuáles son sus propios autores favoritos, responde al instante: “los trágicos griegos”. Entonces su mirada se enciende con otro brillo cuando apunta: “nadie como ellos ha logrado la disección del alma humana”. Luego menciona, junto al eterno Homero, a John Donne, el clérigo y poeta metafísico inglés. Y luego de pasar por Dante y Goytisolo, se entusiasma recordando a Alberto Girri: “sus poemas tienen una musicalidad muy parecida a la de Donne”, y su mirada esboza una sonrisa.
- ¿Y de Oriente?
- La literatura japonesa antigua, sin duda... Y algunos autores modernos también.
- ¿Pudo ahondar en el estudio del árabe, que había comenzado con Borges?
- Lo habíamos abordado por el amor de él hacia Las Mil y Una Noches. Pero no, no seguí.
- ¿Qué teatro ve?
- No veo teatro. No tengo tiempo.
- ¿Algún texto o autor teatral que le haya interesado?
- O’Neill.
- Volviendo a Oriente... ¿qué tiene para dar o enseñar a Occidente?
- Todo. Es una cultura tan vasta, con tanto por descubrir...
- ¿Aunque el desastre de las guerras y la violencia se haya globalizado?
- Eso existe desde que Caín mató a Abel.
- ¿Tiene esperanza?
- Debo tenerla.
- Esperanza en medio del agnosticismo...
- Una persona sin ética no existe como tal, eso me enseñaron mis maestros, Borges entre ellos. Pese a que vivimos en medio de un gran horror y un gran caos, necesitamos esa actitud ética para vivir. Borges sabía que iba a morir, y sin embargo creía en la necesidad de esa ética.
- Una ética de raíz épica, valga el juego de palabras.
- Exacto. Ellos me enseñaron que hay tres actitudes posibles: una derrotista (“no se puede hacer nada”), otra histérica (“hago cualquier cosa sin que importen las consecuencias”) y finalmente la actitud ética: “qué hago yo en cada tiempo”.
- Su vida es viajar permanentemente. ¿Tiene un lugar en el mundo, María?
- Todos. Soy yo en cada uno de ellos. Como el Aleph (sonríe abiertamente desde la mirada). Me gusta pensar que soy como un camalote que flota. Se puede disfrutar a fondo en cada lugar donde se está.



PERFIL

María Kodama nació en Buenos Aires. Hija de un inmigrante japonés, fue alumna, amiga, secretaria personal y finalmente esposa de Jorge Luis Borges. Colaboró con él en los libros Breve antología anglosajona (1978) y Atlas (1984), testimonio de viajes que ambos realizaron juntos alrededor del mundo; y la traducción del primer libro de la Edda Menor de Snorri Sturlson. Profesora de Letras. Autora de tres libros de cuentos aún sin publicar. Preside la Fundación Internacional Jorge Luis Borges.




SAMURAI

El nombre Kodama significa, según una interpretación, espíritu justiciero del bosque. Pero más allá de la etimología, el propio Borges consideraba a María un samurai, condición que según una versión había heredado de sus ancestros japoneses. El código de estos guerreros se basaba en el honor y el estoicismo ante el padecimiento físico y mental.




HERENCIA

Quienes están enfrentados con la ilustre viuda sostienen que ella prácticamente no concede entrevistas si no es en presencia de sus abogados. Por otro lado la han acusado de extralimitarse en su manejo de la enorme herencia literaria. Sus conflictos y polémicas más recientes han tenido como antagonistas a Gallimard, la prestigiosa editorial francesa, al periódico Le Nouvel Observateur y al antiguo secretario de Borges, Roberto Alifano, actual director de Proa. Kodama es, empero, la heredera universal que el escritor eligió.


NOTAS

  1. Entrevista a Antonio Carrizo, difundida por Radio La Red (Buenos Aires), abril de 2007.
  2. Entrevista a MK en el sitio web miBorges.com: http://wwwmiborges.com.ar/reportajes/mariakodama.htm,
  3. Nota en Diario La Gaceta, 20 de abril de 2007
  4. Jean de Milleret, Entrevistas con Jorge Luis Borges, Monte Ávila Editores, 1970
  5. Nota de Sergio Correa en BBC Mundo, 2006 http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_5413000/5413254.stm
  6. Íd. 3
*   Nota publicada en la revista Panorama de Tucumán (mayo de 2007).  

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