Usted puede marcar con una cruz (Monsanto ya lo hizo con nosotrxs) la versión del microrrelato que le parezca más lograda.*
Y cuando desperté, el Linosaurio seguía ahí.
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Y cuando desperté, Barañao seguía ahí.
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Y cuando desperté, el Glifosaurio seguía ahí.
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Lino Barañao es el único ministro de Cristina Fernández de Kirchner que integrará el nuevo gabinete del presidente electo Mauricio Macri. La continuidad del gran defensor del paquete transgénico al frente del Ministerio de Ciencia y Tecnología es una señal inequívoca del poder de Monsanto y el agronegocio en el Estado argentino. Barañao es también el único ministro no cuestionado por la militancia kirchnerista que en estos días ha denunciado el prontuario de los ministros del nuevo gobierno. El blindaje K para el lobbysta Barañao, el mismo que dijo meses atrás que el glifosato era tan inocuo "como agua con sal" (sic), sólo puede explicarse por el aval público de la presidente saliente, en parte, y sobre todo por el triunfo político y cultural de las corporaciones que en estos años han recolonizado como nunca el imaginario del progresismo y de la sociedad civil en general.
* Encuesta disponible en este mismo blog (ver ángulo superior derecho)
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