El derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo está cada vez más lejos de convertirse en ley en la República Argentina.
El próximo Presidente trabajó, trabaja y trabajará en contra de ese derecho.
Las mujeres pobres seguirán siendo, por lo tanto, carne de estadísticas fatales no reconocidas oficialmente: las del Femicidio de Estado, porque eso y no otra cosa son los abortos ilegales, sépticos y casi siempre mortales, ante la imposibilidad de abortos legales, seguros y gratuitos.
Tu voto al próximo Presidente (sea cual fuere) será otro ladrillo en ese muro de muerte y negación de derechos. O puede no serlo: basta con no votarlos o votar en blanco. Esto es lo que yo haría si fuera mujer, pero como soy hombre y el neoliberalismo me enseñó a mirar para otro lado en ciertos casos, voy a seguir buscando motivos para elegir "el mal menor".
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