Come mi madre un guiso de verduras
en su casa distante; come un guiso
que tiene casi un siglo y los cubiertos,
niquelados de amor, comen con ella
hoy, en abril, mientras mis tres hermanos
comen en sus hogares, con los hijos
sonoros de maíz, blancos de almíbar.
Mi padre come arriba, con los muertos
que fundaron Orión, que amojonaron
el granizo celeste de la Vía,
y que en la piel boreal de Casiopea
hallaron la respuesta del sextante.
Yo espero aquí; no ceno todavía.
Lo haré después, cuando los míos duerman.
Roberto Themis Speroni nació en La Plata el 29 de septiembre de 1922 y murió en City Bell el 28 de septiembre de 1967. Su obra poética publicada comprende los siguientes libros: Habitante único (1945), Gavilla de tiempo (1948), Tentativa en la luz (1951), Tatuaje en el viento (1958), Paciencia por la muerte (1963) y Padre final (1964). A estos debe sumárseles Un poeta en el hueso del invierno, extenso poema dividido en seis cantos e incluido en Veinte poetas platenses contemporáneos (1963). Speroni dejó, asimismo, una gran cantidad de poemas inéditos que fueron compilados, en parte, por Ana Emilia Lahitte y publicados en dos tomos con el título Roberto Themis Speroni en 1975. La obra contiene un estudio de la autora y fue reeditada en un solo volumen como Speroni. Poesía completa, al cumplirse, en 1982, el centenario de la fundación de la capital bonaerense. (Hay una reedición del primer tomo realizada por la editorial Ciudad Gótica, de Rosario, declarada de interés por la Comisión de Cultura de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, que data de 2005.) Luego de la muerte de Speroni, Sudamericana-Planeta dio a conocer su novela El antiguo valle (1985). Permanecen inéditos tres novelas más, un libro de cuentos y un ensayo sobre la obra poética de Alberto Ponce de León, entre otros textos. Alguna vez, Speroni se refirió a sí mismo con estas palabras: “Nació en La Plata, murió repetidas veces en cualquier lugar, no se arrodilló ante nadie, salvo ante el amor y la tragedia. Fue un dado ciego en un cubilete de hierro, un perro en soledad, una campana orgullosa y ronca...” Su indignación frente al dolor, su sed de verdad y de justicia, su honesta y valiente rebeldía, dieron a su voz –tierna o estentórea, según el caso– un tinte singular que la hace insoslayable. Speroni fue, sencillamente, un “muchacho puro y hosco”, como lo definió Osvaldo Rossler; jamás mendigó recompensas ni persiguió “el espaldarazo de un imbécil” para ser reconocido; quizá por esta razón no figura en muchas de las indecorosas antologías que pululan en nuestro medio. (Los dos primeros poemas publicados en esta entrada, “Soneto” y “He tomado la última semana...”, además de estar incluidos en Speroni. Poesía completa, forman parte de Tentativa en la luz yPaciencia por la muerte, respectivamente.)
Foto: Roberto Themis Speroni. Fuente: Speroni. Poesía completa, Ana Emilia Lahitte, edición de la Municipalidad de La Plata y el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, 1982.
1 comentario:
este poema no puede ser. es una creación maravillosa
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