Durante este año y poco, nuestro Arbolito ha sostenido en su follaje un bello racimo de seres, en su mayoría humanos, que lo han habitado en forma permanente, temporaria u ocasional.
Nos vamos, con la alegría, la esperanza y la tenacidad de este brote de lenteja que se empecina en un rincón de la cocina.
Foto de arriba: Frente de la casa cultural, en la primavera pasada.
Foto de abajo: Interior de la casa, en este otoño de trasplantes.
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