MONSTRUO
Le tenía miedo, sí. Cuando yo era de unos seis años y todavía se hacían presentaciones en vivo en los auditorios de las radios, lo escuché en uno de esos recitales. "No hagas ruido porque se enoja cuando está tocando y alguien habla", me habían dicho los mayores. Entonces yo le tenía miedo: era adusto, enorme y totalmente pelado, como mi tío Miguel, y como él, me parecía definitivamente viejo e inaccesible. Sin embargo, el sonido de las cuerdas le susurraba otras cosas a mis oídos infantiles. Don Eduardo, que por entonces habrá tenido apenas mi edad actual, era un monstruo de verdad, pero por otras razones que descubrí después. En descargo de los mayores que me "advirtieron" sobre no hacer ruido y me crearon aquel miedo, diré que opinaban que "no hay nadie como él con la guitarra". Hace mucho que opino lo mismo, ya sin miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario