El Consejo Editorial de la Revista Herramienta despide al querido Eduardo, amigo y colaborador de muchos años. Saludamos en su memoria al compañero que supo poner rigor y buen humor en el estudio y desentrañamiento del pasado. Como un jardinero de la memoria colectiva, cuidó cada brote, cada gajo y cada rama de nuestra historia en la que se detuvo a mirar y reflexionar. Nos invitaba siempre a la reflexión crítica, a la esperanza y a la buena prosa. En sus clases, en sus libros y en sus artículos, Eduardo vive. Y en todos y todas quienes disfrutamos de su humanidad y de sus aportes.
"... y mi vuelta a empezar, con llovizna y hoteles" ----> (Soneto reversible, D.A.T.) ----¬
domingo, 9 de octubre de 2011
Un jardinero de la memoria
Hasta siempre Eduardo Rosenzvaig
El Consejo Editorial de la Revista Herramienta despide al querido Eduardo, amigo y colaborador de muchos años. Saludamos en su memoria al compañero que supo poner rigor y buen humor en el estudio y desentrañamiento del pasado. Como un jardinero de la memoria colectiva, cuidó cada brote, cada gajo y cada rama de nuestra historia en la que se detuvo a mirar y reflexionar. Nos invitaba siempre a la reflexión crítica, a la esperanza y a la buena prosa. En sus clases, en sus libros y en sus artículos, Eduardo vive. Y en todos y todas quienes disfrutamos de su humanidad y de sus aportes.
El Consejo Editorial de la Revista Herramienta despide al querido Eduardo, amigo y colaborador de muchos años. Saludamos en su memoria al compañero que supo poner rigor y buen humor en el estudio y desentrañamiento del pasado. Como un jardinero de la memoria colectiva, cuidó cada brote, cada gajo y cada rama de nuestra historia en la que se detuvo a mirar y reflexionar. Nos invitaba siempre a la reflexión crítica, a la esperanza y a la buena prosa. En sus clases, en sus libros y en sus artículos, Eduardo vive. Y en todos y todas quienes disfrutamos de su humanidad y de sus aportes.
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2 comentarios:
Inolvidable Eduardo . Lo conocí como vecino amable y solícito . Lo admiré como ser humano, como combatiente y apasionado constructor de la historia , de la realidad y de la belleza en la palabra. Todavía se me anuda la garganta cuando en ,ocasiones como esta,entiendo que después de tanta lucha victoriosa, algo lo venció.
Gracias por combatir esa sensación, Susi. Es muy parecida a la mía, creo... Siempre sentí que la muerte (la no-natural, la no-del-ciclo-vital, la a-destiempo) es una derrota que, en el mejor de los casos, hay que tratar de vender cara, como se dice en los relatos más o menos épicos. A más no podemos aspirar, por cierto.
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