Carlos Trillo se murió en Europa la semana pasada. Hago mío este llanto por soneto de Sasturain, publicado ayer en Página/12.
Lo trillado
Por Juan Sasturain
Para C. T., al otro día.
No se puede nombrar la soberana
apatía del sol. Menos, el brillo
tonto de las cosas, el viejo grillo
de Nalé, callado en la ventana.
No corresponde hacer la lista vana
de todo lo que falta. Es muy sencillo:
nos cayó un rayo, nos golpeó un ladrillo,
al despertar sin Trillo esta mañana.
El nunca aprobaría un desolado
discurso, pero sí este furtivo
y solo lagrimón contaminado
de sonrisas sin culpa ni motivo.
Con Trillo no le temo a lo trillado:
el mundo era mejor con Carlos vivo.
8 de mayo del 2011.
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