He de agradecer la colaboración de la escritora Liliana Díaz Mindurry, quien plantó las dos frases del título en el grupo de Facebook Regale poesía. Con esas seis palabras se extrañaba (como nos pasa a tantos y tantas) de que a menudo lo que publicamos desaparece, lo que comentamos se pierde, lo que contestamos no se sube... etc. Yo me enamoré de la musicalidad de esa queja endecasílaba y le pedí permiso para convertirla en el verso inaugural de un soneto que se generaría a partir de ella. Ayer lo escribí y anoche lo presenté en sociedad, durante mi participación en el ciclo Letras del desMayo, en Casa Dumit. Dedicado, pues, a quienes estuvieron y repitieron conmigo en voz alta la "queja endecasílaba", y muy especialmente a Liliana, a la distancia, va mi soneto con vida propia y sin título definido:
Algo sucede aquí. Se borran cosas.
Este link yo lo he comentado antes.
Este comment sintético y flamante
fue la respuesta cínica y tramposa
contra mi post de ayer. ¿O es tan tortuosa
mi conexión? ¿O tan irrrelevante
mi conclusión? ¿O tan inoperante
quien administra el grupo? Y la elogiosa
cascada de palabras que he vertido
tratando de lograr muchos “me gusta”,
sin más ni más, ¡ha desaparecido!
No es paranoia. Mucho lo he pensado.
¿Nadie vio mi perfil? Esto me asusta:
otra vez Facebook me ha decepcionado.
Daniel Aráoz Tapia, 28/05/2011
2 comentarios:
Jua!, tal vez ahora el Fb tenga más respeto contigo y, en tal caso podrías continuar con el Twitter que también provoca fechorías varias.
Con mi abrazo risueño,
d.
Jaja, te parece que... ¿la venganza será twitteable? Otro abrazo risueño, con otra d.
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