Yo te perdono la frivolidad,
la inmadurez, el miedo, el extravío;
yo respeto tu búsqueda y tus dudas.
LO QUE NO TE PERDONO ES EL OLVIDO.
Yo te disculpo las vacilaciones
y tu pavor por lo desconocido...
y hasta te aplaudo por tus intentonas.
LO QUE NO TE PERDONO ES EL OLVIDO.
Yo aun te invito a experimentar,
a disfrutar, cual zorra, de las vides
sin más cuidado que el de tu pellejo.
PERO NO TE PERDONO QUE ME OLVIDES.
Yo no reclamo ser el titular,
ni el mandamás, ni el dueño, ni el marido.
Yo celebro tus alas y tu vuelo.
LO QUE NO TE PERDONO ES EL OLVIDO.
Yo te admito las crisis y las sombras,
ni motivos ni explicaciones pido.
Puedo bancarte a muerte lo que quieras.
LO QUE NO TE PERDONO ES EL OLVIDO.
(del guíón de Dicha sin Culpa - poesía hecha espectáculo)
1 comentario:
Esto lo has escrito porque yo, que ya lo tenía DESDE ANTES entre la cabeza y e corazón, me demoré en transcribirlo. No importa, haré de cuenta que mi hermano lo compuso para mí.
Sos bueno, VIlches II
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