Había que armar otra estrategia de juego. O meter varios cambios, tal vez. Claro, ahora es fácil decirlo con el resultado puesto. Todos somos DT sin transpirar la camiseta.
Hablando de camiseta, el nuevo sponsor apura. Puso mucha plata y quiere resultados. Lo jodido es que éste quiere que vayamos para atrás. Después de millones de minutos de juego (algo así como un superclásico de 200 años), resulta que tenemos que dejarnos ganar, y permitir que nos hagan lo que quieran en campo nuestro. Ahogarnos, amedrentarnos, anticiparnos en todo.
Es cierto, los triunfos no se merecen. Hoy ya es lunes 24 de setiembre y Tristán nos pasó por arriba. No, qué Tristán Suárez, te hablo de Pío Tristán, que se nos ríe en la cara con risa de ultratumba, a nosotros, que aguantamos los trapos de Belgrano pero que tamhién tenemos a Monsanto en el cielo, en el suelo y hasta en la camiseta. No, no es un buen lunes, pero dicen que la vida, como el fútbol, da revancha.
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