Alberto Luis Firpo (13/08/1932 - 31/01/2014) Foto: Marga Fuentes |
Con Firpo se fueron tantos que no es posible contarlos ni referirlos aquí: se fue el manager de bandas de rock de las '70, se fue el contador compulsivo de chistes verdes, se fue el espectador militante de sus años jubilados, se fue mi vecino de esos últimos tiempos del edificio de barrio norte...
La lista de Alberto -todo un cast- es larga como su vida, y obra en manos de cada integrante de su "familia artística", la única que le quedaba a sus ochenta y uno: desde María José, la periodista y amiga personal que arropó sus últimas nanas y la internación final, hasta cada criatura caminadora de escenarios que guarda su Firpo en el alma.
Pero para hacer poética justicia a su memoria, no me quiero olvidar de algo. Él siempre relataba, pícaro, la falsa anécdota en la que se cruzaba con su tocayo boxeador, Miguel Ángel, aquel que supo lanzar fuera del ring al mismísimo Jack Dempsey. Decía Alberto que su homónimo, en plena tertulia conjetural se le presentaba, previsiblemente, como "Miguel Ángel Firpo, el Toro Salvaje de las Pampas", a lo que nuestro delicioso comprovinciano le retrucaba: "Alberto Firpo, la Vaca Loca del Norte".
¡Fuerte ese aplauso!